Por Jesús Jaén Urueña
Contra su Dios bárbaro, la Humanidad y la Justicia. Contra su Jerarquía, la Igualdad. Y como base y medida, el individuo humano. (Léodile Béra)
Cuando escribimos estas líneas se cumple más de un mes desde el inicio de la invasión del ejército ruso en territorio ucraniano. La destrucción de ciudades como Kiev, Járkiv, Odesa, Mariúpol, etc; se unen a las zonas ya ocupadas en el 2014 como la península de Crimea, o las dos repúblicas (Donetsk y Lugansk) en la región de Donbás. Hace unos días el Estado Mayor ruso anunció que se centraría en la zona del Donbás. Sin embargo al día siguiente bombardeó la ciudad de Lviv (a 80 km de Polonia). Una vez más, el gobierno de Putin, utiliza una información falsa para atacar a la población civil. En este artículo analizamos las causas y consecuencias de esta invasión. También nuestras propuestas y los nuevos escenarios internacionales que se han abierto. Por supuesto, lo hacemos desde una perspectiva no neutral, sino desde la defensa de la población agredida y un compromiso con unos valores que han sido aplastados por una maquinaria de guerra brutal.