Nosotras, feministas de Ucrania, llamamos a las feministas de todo el mundo a solidarizarse con el movimiento de resistencia del pueblo ucraniano contra la guerra depredadora e imperialista desatada por la Federación Rusa. Los relatos de guerra suelen presentar a las mujeres* como víctimas. Sin embargo, en realidad, las mujeres* también desempeñan un papel clave en los movimientos de resistencia, tanto en el frente como en el frente doméstico: desde Argelia hasta Vietnam, desde Siria hasta Palestina, desde el Kurdistán hasta Ucrania.
Las autoras del manifiesto Resistencia Feminista contra la Guerra niegan a las mujeres ucranianas* este derecho a la resistencia, que constituye un acto básico de autodefensa de los oprimidos. Nosotras, por el contrario, consideramos la solidaridad feminista como una práctica política que debe escuchar las voces de les directamente afectades por la agresión imperialista. La solidaridad feminista debe defender el derecho de las mujeres* a determinar de forma independiente sus necesidades así como sus objetivos políticos y las estrategias para alcanzarlos. Las feministas ucranianas ya luchábamos contra la discriminación sistémica, el patriarcado, el racismo y la explotación capitalista mucho antes del momento actual. Llevamos y seguiremos llevando a cabo esta lucha tanto durante la guerra como en tiempos de paz. Sin embargo, la invasión rusa nos obliga a centrarnos en el esfuerzo general de defensa de la sociedad ucraniana: la lucha por la supervivencia, por los derechos y las libertades fundamentales, por la autodeterminación política. Pedimos una evaluación informada de la situación concreta en lugar de un análisis geopolítico abstracto que ignora el contexto histórico, social y político. El pacifismo abstracto que condena a todas las partes que participan en la guerra conduce a soluciones irresponsables en la práctica. Insistimos en la diferencia esencial entre la violencia como medio de opresión y como medio legítimo de autodefensa.
La agresión rusa socava los logros de las feministas ucranianas en la lucha contra la opresión política y social. En los territorios ocupados, el ejército ruso utiliza las violaciones masivas y otras formas de violencia machista como estrategia militar. El establecimiento del régimen ruso en estos territorios supone la amenaza de criminalizar a las personas LGBTIQ+ y despenalizar la violencia doméstica. En toda Ucrania, el problema de la violencia doméstica se está agravando. La enorme destrucción de la infraestructura civil, las amenazas al medio ambiente, la inflación, la escasez y el desplazamiento de la población ponen en peligro la reproducción social. La guerra intensifica la división sexual del trabajo, asignando todavía más el trabajo de reproducción social a las mujeres, que lo realizan en condiciones especialmente difíciles y precarias. El aumento del desempleo y el ataque del gobierno neoliberal a los derechos laborales siguen agravando los problemas sociales. Para huir de la guerra, muchas mujeres* se ven obligadas a abandonar el país, y se encuentran en una posición vulnerable debido a los obstáculos para acceder a la vivienda, las infraestructuras sociales, los ingresos estables y los servicios sanitarios (incluidos los anticonceptivos y el aborto). También corren el riesgo de caer víctimas de trata.
Hacemos un llamamiento a las feministas de todo el mundo para que apoyen nuestra lucha. Exigimos:
El derecho a la autodeterminación, la protección de la vida y las libertades fundamentales, y el derecho a la autodefensa (incluida la armada) del pueblo ucraniano, así como de otros pueblos que se enfrentan a la agresión imperialista.
Una paz justa, basada en la autodeterminación del pueblo ucraniano, tanto en los territorios controlados por Ucrania como en sus territorios temporalmente ocupados, en la que se tengan en cuenta los intereses de los trabajadores, las mujeres, las personas LGBTIQ+, las minorías étnicas y otros grupos oprimidos y discriminados.
Justicia internacional para los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad durante las guerras imperialistas de la Federación Rusa y otros países.
Garantías efectivas de seguridad para Ucrania y mecanismos eficaces para evitar nuevas guerras, agresiones y escaladas de conflictos en la región y en el mundo.
Libertad de circulación, protección y seguridad social para todos los refugiados y desplazados internos, independientemente de su origen.
Protección y ampliación de los derechos laborales, oposición a la explotación y a la superexplotación, y democratización de las relaciones laborales.
Prioridad a la esfera de la reproducción social (guarderías, escuelas, infraestructuras sanitarias, ayuda social, etc.) en la reconstrucción de Ucrania tras la guerra.
La cancelación de la deuda externa de Ucrania (y de otros países de la periferia mundial) para la reconstrucción de posguerra y prevención de nuevas políticas de austeridad.
Protección contra la violencia machista y garantía de la aplicación efectiva del Convenio de Estambul.
El respeto de los derechos y el empoderamiento de las personas LGBTIQ+, las minorías nacionales, las personas con discapacidad y otros grupos discriminados.
La aplicación de los derechos reproductivos de las niñas y las mujeres, incluidos los derechos universales a la educación sexual, a los servicios sanitarios, a los medicamentos, a la anticoncepción y al aborto.
la garantía de la visibilidad y el reconocimiento del papel activo de las mujeres en la lucha antiimperialista
La inclusión de las mujeres en todos los procesos sociales y en la toma de decisiones, tanto durante la guerra como en tiempos de paz, en igualdad de condiciones con los hombres.
Hoy, el imperialismo ruso amenaza la existencia de la sociedad ucraniana y afecta al mundo entero. Nuestra lucha común contra él requiere principios compartidos y apoyo global. Hacemos un llamamiento a la solidaridad y a la acción feminista para proteger las vidas humanas, así como los derechos, la justicia social, la libertad y la seguridad.
Defendemos el derecho a resistir.
Si la sociedad ucraniana abandona las armas, no habrá sociedad ucraniana.
Si Rusia abandona las armas, la guerra terminará.
Firma del manifiesto: AQUÍ
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