Juan Manuel Vera
La revista Trasversales dedica su número 60 a Cornelius Castoriadis (1922-1997), en el año en que se cumple el centenario de su nacimiento. La aproximación de la revista al universo Castoriadis, a lo largo de las 204 páginas de su edición digital, aborda una buena parte de las numerosos caminos intelectuales y políticos que abrió su obra. Una completa bibliografía en castellano de los libros de Castoriadis, y sobre él, facilitará profundizar a quienes lo deseen.
Enlace para descargar la versión digital (en PDF):
http://www.trasversales.net/t60vweb.pdf
Militante político, filósofo, economista, socio-historiador, psicoanalista. Antes de nada, Castoriadis fue un defensor radical e igualitarista de la autonomía. Su obra abierta e inconclusa nos advierte de que solo desde las prácticas humanas emerge la significación, esa construcción de sentido sin la cual no existiría la sociedad humana ni la posibilidad de su transformación.
Partiendo de un marxismo de fuente antiestalinista, la del trotskismo griego y francés, su crítica del capitalismo atraviesa las aporías del trotskismo y del marxismo, pero también las propias del liberalismo y de cualquier estatalismo. Para las personas influidas por la tradición marxista la lectura de este autor ha podido ser, incluso seguir siendo, un ejercicio costoso. No es sencillo asimilar su exhibición de las inconsistencias del materialismo histórico como pensamiento emancipatorio. Por otra parte, para los social-liberales de izquierda, incluso los de mente más abierta, también supone un ejercicio notablemente incómodo aproximarse a su desarrollo crítico sobre las incongruencias del orden político y social existente. Especialmente cuando la idea de progreso y, en gran medida, la propia identidad de la izquierda, cuyas imposturas denunció Castoriadis con admirable persistencia, han resistido tan mal los embates del tiempo.
El balance que nos ofrece, desde los años cincuenta a los noventa del pasado siglo, contiene una condena radical del totalitarismo estalinista, todavía imprescindible. Pero, también, aporta una crítica de todas las filosofías de la historia, una teoría del imaginario social y de la función de la imaginación radical, una investigación de las raíces del proyecto de autonomía individual y colectiva y una indagación sobre las vías muertas del desarrollo capitalista y el ascenso de la insignificancia en la sociedad contemporánea.
En 1975 publicó La institución imaginaria de la sociedad, donde presenta su aportación fundamental a través del concepto de imaginario social, sobre el que profundizará a lo largo de las dos décadas siguientes. El proceso de profundización en las significaciones sociales imaginarias, y la fundamentación política y filosófica del proyecto de autonomía, será ofrecido en seis sucesivas recopilaciones de ensayos, publicadas con la referencia común a Les carrefours du labyrinthe (Las encrucijadas del laberinto).
La trayectoria intelectual y personal de Castoriadis resulta de una dimensión apabullante. Fue un pensador multifacético del mismo modo que su obra tiene naturaleza multidisciplinar. En una época en que predomina la parcelación y segmentación del conocimiento, supuso la integración de métodos y enfoques filosóficos y socio-históricos, estableciendo convincentemente que el exceso de especialización puede esterilizar algo esencial: la amplitud de las perspectivas necesarias para pensar los espacios del hacer humano.
En sus últimos años asistió al final de la Guerra Fría, al desmoronamiento de la Unión Soviética y al triunfo del capitalismo neoliberal. Escribió en ese período lúcidas advertencias sobre las catastróficas consecuencias ecosociales del triunfo absoluto del imaginario capitalista. Sus ideas sobre la extensión de un conformismo generalizado y del ascenso de la insignificancia en la sociedad contemporánea irían a contracorriente del ambiente intelectual del final del siglo veinte. Ajeno a cualquier escuela, contribuyó a dar voz propia a un anticapitalismo encaminado a la defensa radical de la creación democrática.
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