viernes, 30 de septiembre de 2022

“Estamos con nuestras hermanas iraníes que luchan por su vida contra estos poderes reaccionarios que profundizan la desigualdad”.

 


Colectivo Léodile Béra

El día 19 de septiembre conocimos la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años, tras una brutal paliza propinada, al parecer el viernes anterior, por la “policía de la moral” por un hiyab mal puesto.

Su muerte se conoció rápidamente por redes sociales provocando protestas espontaneas que ya pedían la caída del régimen y la muerte de ayatolá supremo Ali Jamenei. Las enfermaras en el hospital posaban rosas al paso de su cuerpo inerte formando un pasillo reverencial y los conductores, a su paso por delante del hospital, hacían sonar el claxon de sus coches. Surgen manifestaciones, en protesta, de los y las jóvenes y en ellas algunas ancianas son capaces de desafiar “la moral” establecida quitándose el hiyab delante de una Fuerzas Especiales del orden que son muy temidas. Se ven grabaciones de desobediencias de chicas jóvenes ante la insistencia de los clérigos para que vistieran el hiyab, donde estas reciben las miradas aprobatorias de otras personas presentes y se puede observar cómo esto refleja pánico en la mirada de los clérigos cuando perciben que la ciudadanía esta perdiendo el miedo. Las mujeres y los jóvenes ya son capaces de desafiar al régimen teocrático tan restrictivo hacia las mujeres.

El miedo parece estar cambiando de bando y Mhasa Amini se ha convertido en un símbolo para lo que ya se está considerando una prerrevolución en contra del Régimen de los Ayatolás.

Mientras tanto, el resto del mundo, parece ponerse de lado y no encontramos declaraciones o condenas significativas de los gobiernos, organizaciones o poderes facticos mas allá de las opiniones en entrevistas o las informaciones periodísticas.

Es necesario y además de justicia apoyar esta lucha desde los grupos que nos declaramos feministas, pues el régimen iraní se ha dedicado a profundizar en la desigualdad de género hasta conseguir eliminar a las mujeres de la escena pública y someterlas a sus dictados a todos los niveles que les ha sido posible.

También es de justicia decir que si hemos encontrado un declaración importante, la de La Marcha Mundial de las Mujeres organización en la que las mujeres kurdas suponen un grupo significativo y refrendamos sus palabras
“Estamos con nuestras hermanas iraníes que luchan por su vida contra estos poderes reaccionarios que profundizan la desigualdad”.

 ¡Estableceremos nuestra demanda de una vida igualitaria y libre junto con nuestra lucha, nuestra solidaridad y el sueño de otro mundo!



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