“Oscar-René Vargas, ciudadano nicaragüense de 77 años, es un economista, historiador y analista de la actualidad centroamericana cuyas cualidades son reconocidas en los círculos académicos, particularmente por aquellos que han defendido sistemáticamente los derechos sociales y democráticos del pueblo nicaragüense frente a los diferentes regímenes autoritarios.
Hubo una época, antes de la invasión de Polonia por la armada alemana, que Hitler quiso que su régimen y sistema político fuera la envidia del mundo. Para ello, logró que el Comité Olímpico Internacional nombrara a Berlín sede de sus Juegos. La nominación causó un gran impacto entre las organizaciones y sindicatos europeos de izquierdas. Al régimen del Tercer Reich le faltaban aún unos años para abrir la espita del terror universal, con sus hornos crematorios, la esclavitud de la juventud de los países sojuzgados y la supremacía aria convertida en el centro del discurso. Pero ya había enseñado la patita de sus intenciones excluyentes. El partido Nazi era una amenaza para la humanidad.
Movimiento Asambleario de Trabajadoras-es de Sanidad
Hemos asistido a
una de las manifestaciones más importantes y numerosas de los últimos años. El
éxito es de la ciudadanía en colaboración con la movilización de las y los
profesionales de los SAR y SUAP. Miles y miles de personas autoorganizadas en
los barrios y pueblos han ocupado Madrid.
No podía ser de
otra manera. Nosotras y nosotros somos las que sufrimos el desmantelamiento de
nuestros centros de salud, SUAP, SAR y de la atención hospitalaria.
El gobierno de
Isabel Díaz Ayuso está noqueado. No se lo esperaba. Ahora simula que no va con
ellos. Acusa y miente. Instalados en su burbuja ignoran nuestros sufrimientos y
los de cientos de profesionales del SERMAS.
No queremos que
destruyan nuestra sanidad. No queremos chapuzas ni ocurrencias. Exigimos centros
de salud y urgencias con personal suficiente, sin precariedad y con contratos
dignos. Más inversión y compromiso: los 80 Puntos de Atención Continuada
tendrán el personal necesario para su funcionamiento, y ningún centro de salud
cerrará por la tarde porque también contará con plantillas suficientes.
Vamos a seguir
luchando. Nos va la salud. Nos va la vida y la de nuestras familias. Y no sólo
eso, también está en juego nuestra libertad. No hay nada más importante para
nosotras y para nosotros. Esto solo ha sido un paso. Si no dais marcha atrás
. ¡ Volveremos!
1.- En el momento de escribir estas líneas la cumbre climática (COP 27) transcurre dentro de los cauces previstos. Una situación que no induce al optimismo. Ausencias de países como China, Rusia e India que contribuyen de manera importante a las emisiones de CO2. El conflicto entre China y EEUU (causantes ambos del 40% de las emisiones a nivel mundial). La guerra en Ucrania ha replanteado el retorno al consumo del carbón, gas y las centrales nucleares. La falta de compromisos efectivos por parte de los gobiernos más importantes (incluso en la financiación hacia los países más pobres). Se van sucediendo propuestas e intervenciones sobre la necesidad de un gravamen a las petroleras (factura climática); mientras la deuda de países como EEUU sobre sus emisiones es de más de 30.000 millones de dólares (en gran parte debido a los años en que Trump fue presidente). Las empresas tratan de lavar sus actividades mediante un blanqueo de imagen verde (greemwashing) para aparentar que realizan políticas en línea con el objetivo de emisiones netas cero. La retórica, las promesas incumplidas, los proyectos grandilocuentes…. Todo ello es parte fundamental en estas cumbres.
El Servicio Madrileño de Salud cuenta básicamente con dos niveles asistenciales: la atención hospitalaria y la atención primaria. A su vez esta está formada por 266 centros de salud y 166 consultorios locales. Además este primer nivel asistencial contaba con dos tipos de servicios de urgencias, en las zonas rurales existían 40 Servicios de Atención Rural (SAR), y en la zona metropolitana la atención urgente corría a cargo de los 37 Servicios de Urgencia de Atención Primaria (SUAP).
Durante la pandemia los SUAP se cerraron y trasladaron a su personal para cubrir primero el hospital de campaña de IFEMA, más tarde a diferentes lugares para vacunar de COVID, y por último se les llevó al hospital Zendal. Han pasado más de dos años y medio moviéndolas obligatoriamente de un lugar a otro para tareas que no eran las suyas, por lo que de unos 580 efectivos al final han quedado unos 146, según cifras de l@s propios trabajadores pues nada se ha publicado.